Beneficios de las mantas con peso en niños con Autismo
Las mantas con peso han ganado popularidad como herramienta de apoyo sensorial y emocional, especialmente en contextos de insomnio, ansiedad, TDAH, autismo y otros trastornos de procesamiento sensorial. A continuación, se exploran sus principales beneficios, evidencia científica y posibles inconvenientes:
- Reducción de ansiedad y estrés La presión profunda ejercida por las mantas con peso puede ayudar a activar el sistema nervioso parasimpático, que induce una respuesta de calma y reduce la activación del sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de “lucha o huida” asociada al estrés. Al aplicar presión en puntos estratégicos del cuerpo, estas mantas simulan un abrazo firme, lo que aumenta la liberación de neurotransmisores como la serotonina y la oxitocina. Estos químicos están relacionados con la sensación de bienestar, calma y seguridad, lo que ayuda a reducir los niveles de ansiedad y a mejorar el estado de ánimo.
- Mejora en la calidad y mantenimiento del sueño Uno de los beneficios más destacados es su capacidad para mejorar tanto la conciliación como la calidad del sueño. La presión constante y uniforme ayuda a disminuir el movimiento nocturno, facilitando que los usuarios permanezcan dormidos por más tiempo. En el estudio realizado en 2020 por el Karolinska University Hospital, los participantes con insomnio clínico y otros trastornos psiquiátricos experimentaron una mejoría significativa en la duración y la calidad de su sueño tras cuatro semanas de uso. Los resultados también mostraron una mayor energía y actividad diurna, una reducción de síntomas de fatiga y una menor incidencia de despertares nocturnos.
- Regulación hormonal y aumento de melatonina La hormona del sueño, la melatonina, es fundamental para la regulación del ciclo de sueño-vigilia. El estudio de 2022 de la Uppsala University evidenció que, en personas jóvenes y saludables, el uso de mantas con peso incrementaba los niveles de melatonina en aproximadamente un 32% en la primera hora de uso. Aunque aún se necesita más investigación para confirmar si este efecto es constante con el tiempo, estos hallazgos sugieren que la presión de las mantas pesadas puede ayudar a regular los ritmos circadianos y mejorar la capacidad del cuerpo para relajarse al final del día.
- Apoyo en condiciones como TDAH y autismo Para niños con TDAH y personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista), las mantas pesadas han sido una herramienta terapéutica habitual en la terapia ocupacional. Las características de estas condiciones incluyen dificultades de autorregulación y de respuesta a los estímulos sensoriales. La manta con peso puede proporcionar una respuesta calmante que ayuda a los niños a reducir la sobreexcitación, mejorar la concentración en el aula y gestionar mejor sus emociones. Se ha observado que las mantas pesadas también ayudan a reducir la frecuencia cardíaca y presión arterial, permitiendo así que los niños logren un estado de calma y puedan concentrarse en sus actividades cotidianas.
- Integración sensorial y propiocepción La presión táctil profunda actúa como un tipo de “estimulación de propiocepción”, ayudando a que el usuario sea más consciente de su propio cuerpo en el espacio. Este beneficio es especialmente importante en personas con trastornos del procesamiento sensorial, quienes a menudo presentan dificultades para responder adecuadamente a los estímulos externos. La manta pesada actúa en este caso como una herramienta de integración sensorial, proporcionando la presión necesaria para que el cuerpo responda a su entorno de manera adecuada.
Evidencia científica
Además de los estudios de Karolinska y Uppsala, investigaciones anteriores ya sugerían el impacto positivo de la presión profunda en la salud mental y física:
- Reducción del cortisol y el estrés: Un estudio de 2004 encontró que la presión profunda redujo significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en personas que sufrían de insomnio y estrés. La reducción del cortisol mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo en general.
- Terapia ocupacional y propiocepción: Las mantas pesadas han sido usadas desde hace tiempo en terapia ocupacional para personas con autismo y TDAH, así como para aquellos con trastornos del procesamiento sensorial. Aumentar la conciencia del propio cuerpo ayuda a regular los niveles de excitación y a mejorar la respuesta emocional ante los estímulos.
Mecanismo de acción: ¿Cómo funcionan las mantas pesadas?
El funcionamiento de las mantas con peso se basa en los principios de presión táctil profunda (DTP). La presión profunda aplicada en puntos estratégicos del cuerpo puede generar efectos calmantes similares a los de un masaje o un abrazo firme. Este mecanismo es comparable al que se usa en técnicas terapéuticas, como la acupresión, en donde los puntos de presión ayudan a aliviar la tensión física y emocional.
- Liberación de serotonina: La presión en el cuerpo estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo y el ciclo de sueño. En combinación con la melatonina, esta ayuda a inducir el sueño y mantenerlo.
- Reducción de cortisol: Al reducir los niveles de cortisol, la manta ayuda a calmar el sistema nervioso simpático y facilita el descanso y la recuperación.
- Aumento de la oxitocina: Este neurotransmisor, conocido como la "hormona del cariño", facilita la relajación y puede ayudar a reducir la ansiedad y la percepción del dolor, generando una sensación de calma y bienestar.
Precauciones y recomendaciones de uso
- Adecuación del peso de la manta: El peso de la manta debe ser del 5 al 10% del peso corporal del usuario, siendo mayor para adultos y menor para niños. Una manta muy pesada puede incomodar o incluso ser contraproducente, causando sensaciones de claustrofobia o problemas para respirar.
- Contraindicaciones: Las mantas pesadas no están recomendadas para bebés o niños pequeños (especialmente menores de cinco años), ni para personas con problemas respiratorios como apnea obstructiva del sueño o asma, ya que el peso extra podría causar dificultades para respirar.
- Supervisión en el uso infantil: En el caso de los niños, se recomienda que el uso de las mantas pesadas sea monitorizado por un terapeuta ocupacional o un adulto capacitado, especialmente si existen condiciones adicionales como el autismo o el TDAH. La manta no debe cubrir la cabeza o la cara del niño y debería retirarse una vez que el niño esté dormido.
- Uso gradual y adaptación: Es importante comenzar con períodos cortos de uso, de unos 20 a 30 minutos, y aumentarlos gradualmente según la tolerancia y las necesidades individuales.
Conclusiones
Las mantas con peso representan una alternativa terapéutica efectiva para mejorar el sueño y reducir la ansiedad en personas con diversas condiciones sensoriales y emocionales. Aunque su uso se asocia con múltiples beneficios, es fundamental utilizarlas con precaución y de manera adecuada para maximizar sus efectos positivos y evitar posibles riesgos. Para muchas personas, especialmente aquellas con TDAH, autismo o ansiedad crónica, una manta con peso puede mejorar considerablemente la calidad de vida, ayudando a gestionar las emociones y proporcionando calma y bienestar. Sin embargo, el uso de esta herramienta debe ser complementario y no sustituto de prácticas de higiene del sueño y rutinas de relajación.
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