Adaptarse al cambio de hora Octubre 2024: Guía para padres

El domingo 27 de octubre de 2024 finaliza oficialmente el horario de verano, lo que significa que retrocedemos una hora. A las 03:00 hora española, los relojes se retrasarán a las 02:00. Aunque la hora extra de sueño suele ser bien recibida, la adaptación al nuevo horario -especialmente para los niños- puede resultar complicada.

Personalmente, el cambio de hora de otoño me resulta mucho más llevadero que el de primavera. ¿Y a ti?

¿Por qué cambiamos los relojes?

El horario de verano (DST) se introdujo por primera vez durante la Primera Guerra Mundial como una forma de ahorrar energía, dando a la gente más luz del día por las tardes. Hoy en día, es principalmente un ajuste estacional, pero sigue alterando nuestros relojes corporales internos. Aunque para algunos el cambio otoñal es más fácil, la adaptación completa puede tardar unos días.

Entonces, ¿cómo puede ayudar a sus hijos a adaptarse al cambio sin demasiados trastornos?

Cómo ayudar a sus hijos a adaptarse

La buena noticia es que los niños suelen adaptarse a estos cambios mejor de lo que cabría esperar. Aun así, cada niño es diferente, y hay algunas estrategias que puede probar en función de lo que funcione mejor para tu familia. Aquí tienes tres enfoques a tener en cuenta:

1. No hacer nada
Si la hora actual de acostarse de tu hijo funciona bien para tu familia, puedes optar por no hacer nada y simplemente dejar que siga con el horario ajustado. Esto significa que si normalmente se acuestan a las 8:00 p.m., ahora se sentirán como a las 7:00 p.m. después del cambio de reloj.

En el reloj interno de los niños no sólo influye la luz; las señales sociales, como los horarios de las comidas y las rutinas diarias, también desempeñan un papel importante en su ritmo circadiano. Si mantiene el nuevo horario de comidas y otras actividades, su hijo se adaptará de forma natural y sin problemas. A veces, ¡una intervención mínima funciona muy bien!

2. Cambio gradual
Si prefieres un enfoque más estructurado, puede ser útil cambiar gradualmente la hora de acostar a tu hijo en los días previos al cambio. Esta estrategia funciona bien con los niños sensibles a los cambios de rutina.

A continuación le explicamos cómo hacerlo:
- Jueves 24 de octubre: Acueste a su hijo 15 minutos más tarde de lo habitual (por ejemplo, de las 19.30 a las 19.45).
- Viernes 25 de octubre: Cambia la hora de acostar a tu hijo otros 15 minutos más tarde (ahora a las 20:00).
- Sábado 26 de octubre: pasarlo a las 20:15 h.
- Domingo 27 de octubre: La hora de acostarse será ahora las 19:30 nueva hora (que a tu hijo le parecerán las 20:30).

Continúe con la nueva hora de acostarse, y este cambio gradual debería ayudar a suavizar la transición sin interrupciones importantes.

3. Dividir la diferencia
Una opción algo más sencilla es dividir la diferencia. Este método es útil si tu hijo suele adaptarse rápidamente, pero aún así quieres facilitar la transición.

El sábado 26 de octubre, deje que tu hijo se acueste 30 minutos más tarde de lo habitual y ajuste 30 minutos el horario del día. Por ejemplo, si normalmente se despierta a las 7.00, permítale despertarse a las 7.30 y ajuste las comidas, las siestas y la hora de acostarse en consecuencia.

El domingo 27 de octubre, repite el proceso. El lunes 28 de octubre, puede volver al horario normal, ahora alineado con la nueva hora.

Recuerda que cada niño es diferente y que lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave está en elegir la estrategia que mejor se adapte a la rutina de tu familia y ser paciente con el proceso. Aunque los niños suelen ser más resistentes a estos cambios que los adultos, es perfectamente normal que pasen unos días antes de que todo el mundo esté completamente adaptado.

Buena suerte con la transición, ¡y disfruta de esa hora extra de descanso! 😴

Si tienes alguna pregunta o necesitas más consejos para ayudar a tu hijo a dormir mejor, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.